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Apoyo Conductual Positivo

Durante los últimos cursos hemos constatado la escasa eficacia de los partes y las expulsiones del alumnado, especialmente del alumnado de la F.P. Básica. Por ello, en 2018 surge este proyecto, que pretende hallar un punto de encuentro con el alumnado, del que queden fuera las dificultades recurrentes que observamos año tras año.
Consideramos que el cambio en el comportamiento debe nacer de una motivación individual, y nos proponemos ofrecerle cada semana una alternativa que bien les merezca el esfuerzo de cumplir algunas normas.

A lo largo de nuestra extensa trayectoria de intervención educativa, social y afectiva con los chicos y chicas escolarizados en la Formación Profesional Básica, asistimos a la repetición de determinadas conductas problemáticas en nuestras aulas, que ocurren una y otra vez, con escasas variaciones de un año a otro.


Habitualmente el Plan de convivencia de un centro educativo responde a estas conductas problemáticas, pero no siempre y no en todos los casos se obtiene el efecto deseado tras una sanción o apercibimiento. Analizando los partes e incidencias de cursos anteriores, se nos presentan de forma clara dos realidades:

  • Las sanciones o partes impuestos al alumnado ante una conducta problemática no siempre funcionan y en muchos casos no reconducen sus conductas.
  • Los alumnos y alumnas que presentan conductas positivas y adaptadas la mayor parte del tiempo, no reciben el refuerzo positivo merecido, que haría mucho más sólido y estable su comportamiento.

Para responder a estas dos realidades diseñamos este proyecto, basándonos en la metodología de intervención de Apoyo Conductual Positivo, que tiene como fin la mejora de la calidad de vida y el aprendizaje de habilidades adaptativas. Es una técnica de gran eficacia en la intervención sobre conductas problemáticas.


Pero ¿qué entendemos por conducta problemática? Estamos seguros de que existen tantas definiciones de conducta problemática como docentes se enfrentan a ellas, por eso, nuestro punto de partida ha sido llegar a un acuerdo sobre cuál o cuáles son los principales problemas en nuestras aulas. La realidad nos dice que suelen ser poco numerosos, pero que funcionan como fuertes desencadenantes de una “creativa batería de conductas inadaptadas”. Pongamos un ejemplo que lo aclare: en nuestras aulas el tener el móvil sobre la mesa en cursos anteriores ha generado conductas como: poner música en clase, ver vídeos de YouTube, hacerse selfies, grabar a compañeros o al profesor, enfrentarse al docente por no querer
entregarlo durante un examen, etc. La causa de estas conductas es “tener el móvil sobre la mesa”; todo lo demás se habría podido evitar sin ese estímulo.

En el curso 2017/2018:

  • Se registraron 170 partes.
  • Se realizaron 40 expulsiones el curso 2017/2018, que recayeron 17 alumnos y alumnas.
  • La reincidencia es evidente.
  • De los 17 alumnos y alumnas expulsados, 9 promocionaron y 8 abandonaron o repitieron, por lo que la expulsión no representó una solución al abandono o fracaso escolar, y aún menos a los problemas de comportamiento.
  • Existía y existe un acuerdo entre el equipo de profesores y profesoras de la F.P. Básica respecto a la escasa o nula efectividad de las expulsiones y en muchos casos, también de los partes.

Y es aquí cuando ponemos en marcha nuestro Proyecto ACP, Educando en positivo, a travésdel que se premia la no existencia de las cinco conductas problemáticas identificadas comodesencadenantes entre nuestros alumnos y alumnas. ¿Cuáles son?

  1. NO LLEGAR TARDE
  2. NO TENER FALTAS NO JUSTIFICADAS
  3. NO TENER ENCENDIDO EL MÓVIL EN CLASE (salvo en los recreos)
  4. NO COMER NI BEBER DURANTE LA CLASE
  5. MANTENER UN COMPORTAMIENTO RESPETUOSO

Los objetivos del proyecto son simples:

  • Disminuir las expulsiones.
  • Premiar el comportamiento adecuado.
  • Introducir en el horario lectivo actividades diversas que despierten el interés del alumnado, y generen iniciativa a la participación.

En el curso 2018/2019:

  • Se registraron 89 partes. (81 partes menos que en el curso anterior).
  • Se realizaron 23 expulsiones el curso. (17 expulsiones menos que en el curso anterior).

 

Al finalizar el curso 2018/2019, el Proyecto ACP, Educando en positivo nos arrojó datos de éxito en el autocontrol de conductas problemáticas por parte del alumnado, y nos permitió ajustarnos a las necesidades y las preferencias de nuestra comunidad educativa, manteniendo un entorno de trabajo agradable y confortable.